Como prototipo se presentará la semana próxima en el Salón de Ginebra y por lo visto (o al menos eso podemos estimas) bastante cercano a lo que sería un modelo de producción.
Toyota reemplazó el techo de chapa por una capota textil para hacer de este deportivo un cabrio de lo más interesante.
Mide 1,27 metros de alto, unos 15 milímetros menos que el 86 convencional. El resto de dimensiones exteriores no cambian: 4,24 metros de largo por 1,78 metro de ancho.
El diseño, salvo por el techo, es el mismo.
Sigue vigente la configuración de cuatro plazas, aunque las traseras en este caso no se pueden abatir como sí lo hacen en la versión cupé.
Lleva el mismo motor bóxer con 2,0 litros de cilindrada y 200 CV, y la tracción trasera.
En el interior mantiene un gran parecido con el 86 techo rígido. Se diferencia por tener más superficies de cuero y agregar algunos indicadores en la parte central.
El techo de lona se pliega mediante un dispositivo automático tras los respaldos traseros, para no invadir demasiado el volumen del baúl.
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